Partiendo de un saber previo, o preconstruido en el alumno que posibilite cuestionar el pasado, podra pensar historicamente y sabra comprender la sociedad.
Por ello debe concebirse como una accion cultural e interpretativa que requiere madurarse con un conjunto de estrategias educativas que apunten a la reflexión y problematización, para aspirar a desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo en los alumnos.
Con lo anterior se cuestionan los principios docentes más arraigados, ya que la enseñanza de la historia propone considerar el carácter compresivo de la experiencia humana y que la acción vivida requiere sus propios términos de explicación y, o interpretación; así la narrativa seria una forma de construir y dar inteligibilidad a la realidad.
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